Lucas 14; 1 –
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Un sábado,
JESÚS fue a comer a casa de uno de los jefes de los Fariseos, y estos estaban
espiándolo. Mirando como los invitados escogían los primeros lugares, les dijo
esta parábola.
“Cuando te
inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el principal lugar, no sea que
haya otro invitado mas importante que tu, y el que lo invito a los dos venga a
decirte: Deja el lugar a este; y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el
último asiento. Por el contrario, cuándo te inviten, ocupa el último lugar,
para que, cuando venga el que te invitó, te diga: Amigo, acércate a la cabecera.
Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que
se engrandece a si mismo, será humillado, y el que se humilla, será engrandecido”.
Luego dijo al
que lo había invitado: “Cuando des una comida o una cena, no invite4s a tu
amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, porque
puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedaras recompensado. Al contrario,
cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a
los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con que pagarte; pero
ya se te pagara, cuando resuciten los justos”.
Palabra de
DIOS, gloria a ti SEÑOR JESÚS.