martes, 31 de enero de 2017

Evangelio     Mc 5, 21-43

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: “Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se sane y viva”. Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados. Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: “Con sólo tocar su manto quedaré sanada”. Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba sanada de su mal. Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: “¿Quién tocó mi manto?”. Sus discípulos le dijeron: “¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?”. Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad”. Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: “Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?”. Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: “No temas, basta que creas”. Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: “¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme”. Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: “Talitá kum”, que significa: “¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!”. En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor.

Comentario


En estos dos casos dramáticos -la niña y la mujer enferma- se presentan dos modos de buscar en Jesús una respuesta a la necesidad: el pedido y el silencio. Jairo parece más respetuoso, mientras que la mujer arremete, indiscretamente, tocando el manto de Jesús. ¡Hay tantas maneras de acercarse al Señor! Y él, que mira más los corazones que las formas, atiende las necesidades de todos.

lunes, 30 de enero de 2017

Marcos 5; 1 – 20

JESUS y sus Discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los Gerasenos. Apenas JESUS desembarco, le salió al encuentro un hombre poseído por un espíritu  impuro. El habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Muchas veces lo habían atado con grilletes y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grilletes, y nadie podía dominarlo. Día y noche, vagaba entre los sepulcros por la montaña, dando alarido e hiriéndose con las piedras. Al ver de lejos a JESUS, vino corriendo a pararse delante de ÉL, gritando con fuerza: ¿Qué quieres de mi, JESUS, Hijo de DIOS, el Altísimo? ¡te conjuro por DIOS, no me atormentes! Porque JESUS le había dicho: “¡Sal de ese hombre, espíritu impuro!” Después le pregunto: ´”¿Cual es tu nombre?” él respondió: Mi nombre es legión, porque somos muchos. Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región. Había allí una gran piara de cerdos que estaba paseando en la montaña. Los espíritus impuros suplicaron a JESUS, envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos, ÉL se los permitió, entonces los espíritus impuros salieron del hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del acantilado, toda la piara de cerdos, se precipito al mar y se ahogó. Los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los poblados. La gente fue a ver lo que había sucedido. Cuando llegaron a donde estaba JESUS, vieron sentado, vestido y en su sano juicio, al que había estado poseído por aquella legión, y se llenaron de temor. Los testigos del hecho les contaron lo que había sucedido con el endemoniado y con los cerdos. Entonces empezaron a pedir a JESUS que se alejara de su territorio. En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con ÉL. JESUS no se lo permitió, sino que le dijo: “Ve a tu casa con tu familia, y anúnciales todo lo que el SEÑOR hizo contigo, al compadecerse de ti” El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decapolis, lo que JESUS había hecho por  él, y todos quedaban admirados.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús se muestra con poder por sobre todas las cosas. Liberar a un endemoniado, y a la vez extirpar la causa del mal, ha sido también motivo de expulsión de parte de estos vecinos. Pero siempre habrá alguien, como este hombre liberado, que seguirá anunciando su Nombre aún entre quienes lo han rechazado.


domingo, 29 de enero de 2017

Evangelio     Mt 4, 25—5, 12

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Seguían a Jesús grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania. Al ver la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: “Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Si alguno medita de una manera piadosa y conveniente, encontrará en este sermón cuanto se refiere a las buenas costumbres y al modo perfecto de vivir cristianamente. Por ello concluye así el sermón: ‘Todo aquel que oye estas mis palabras y hace cuánto le digo, le compararé con un hombres sabio’” (san Agustín, De sermone Domini, 1, 1).

sábado, 28 de enero de 2017

Evangelio     Mc 4, 35-41

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos a la otra orilla”. Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron en la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”. Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Cállate!”. El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: “¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?”. Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.
Palabra del Señor.

Comentario


“La Iglesia parece naufragar en la tempestad del mundo y en los problemas que se le presentan; pero cada vez que los hombres dudamos se alza una voz que parece despertar de un largo sueño: ¡No teman, tengan fe! Y el mar vuelve a la calma; la barca de Pedro sigue su rumbo a través de los años, los siglos y los milenios. Cristo no está lejos de nosotros; duerme junto al timón, para que cuando nuestra fe desfallezca, cuando estemos tristes y desamparados, él tome el timón de nuestra vida” (Francisco, 21/6/2015).

viernes, 27 de enero de 2017

Evangelio     Mc 4, 26-34

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a sus discípulos: “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha”. También decía: “¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra”. Y con muchas parábolas como éstas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
Palabra del Señor.

Comentario


¡Cuántas veces nos desalentamos ante lo que parece ser un “fracaso apostólico”! Hasta podemos pensar: “¿Esto qué hacemos, tiene algún sentido?”. Dios hace crecer sus semillas en las noches, cuando no vemos nada. No ver no significa, entonces, que lo que hacemos no dé frutos. Debemos esperar, todo crecerá, aunque ahora no veamos siquiera sus brotes.

jueves, 26 de enero de 2017

Evangelio     Mc 4, 21-25

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a la multitud: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!”. Y les decía: “¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene”.
Palabra del Señor.

Comentario


“La verdad debe salir a la luz. No hay nada oculto que no se revelará un día. Tanto lo bueno como lo malo saldrá a la luz. Sabiendo esto que nos enseñó Jesús, no debemos caminar en la oscuridad de la muerte, sino en la claridad de la vida, de cara al sol, haciendo el bien como hijos de la luz, porque aunque parezca oculta, la luz de la bondad un día se manifestará plenamente” (Héctor Lordi, Meditando el Evangelio de Marcos, Ed. San Pablo).

miércoles, 25 de enero de 2017

Evangelio     Mc 16, 15-18

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús se apareció a los Once y les dijo: “Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará. El que no crea se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán demonios en mi nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán”.
Palabra del Señor.

Comentario


Pablo, al final de su vida, vio cumplido este envío de Jesús. Él llevó el Evangelio a varias ciudades, personas judías y paganas, pobres y nobles, hasta llegar a lo que en aquel tiempo era la cumbre del mundo: Roma.

martes, 24 de enero de 2017

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35):

En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: «Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.»
Les contestó: «¿Quienes son mi madre y mis hermanos?»
Y, paseando la mirada por el corro, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.»

Palabra del Señor

lunes, 23 de enero de 2017

Evangelio     Mc 3, 22-30

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Los escribas que habían venido de Jerusalén decían acerca de Jesús: “Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los demonios”. Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: “¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás? Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir. Y una familia dividida tampoco puede subsistir. Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin. Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa. Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre”. Jesús dijo esto porque ellos decían: “Está poseído por un espíritu impuro”.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús se muestra sorprendido por las acusaciones de quienes no lo comprenden, ni aceptan su ministerio. ¿Decir que el demonio viene a expulsar el mal? ¡Es una locura! Porque cuando el corazón está cerrado, se torna incapaz de aceptar lo que no quiere ver.

sábado, 21 de enero de 2017

Evangelio     Mc 3, 20-21

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: “Es un exaltado”.
Palabra del Señor.

Comentario


Siempre ha sido difícil, y vaya que ahora también lo es, comprender a Jesús. Sin embargo, a pesar de que los más cercanos a él están confundidos, los pobres y sufrientes encuentran en Jesús consuelo y paz. Y ése es el signo más grande de que él no estaba loco.

viernes, 20 de enero de 2017

Evangelio     Mc 3, 13-19

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, y Jesús instituyó a doce, a los que les dio el nombre de Apóstoles, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios. Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús no llama “por lista”, ni por número, ni por condición social. Jesús llama por el nombre, mirando a la persona, reconociendo lo que hay en cada uno.

jueves, 19 de enero de 2017

Evangelio     Mc 3, 7-12

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara. Porque, como sanaba a muchos todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”. Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús quiere evitar que su poder sobre el mal se torne un espectáculo, y tampoco desea ser un líder populista y demagógico. Por eso, y para evitar cualquier malentendido, no quiere que se difunda lo que hace. Ese “secreto mesiánico” tendrá que revelarse a su debido tiempo.

miércoles, 18 de enero de 2017

Evangelio     Mc 3, 1-6

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús entró en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo sanaba en sábado, con el fin de acusarlo. Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: “Ven y colócate aquí delante”. Y les dijo: “¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?”. Pero ellos callaron. Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: “Extiende tu mano”. Él la extendió y su mano quedó sana. Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él.
Palabra del Señor.

Comentario


El milagro que hace Jesús parece una provocación hacia estos que “estaban al acecho”. Sabiendo Jesús estas intenciones, no dudó en enfrentar el conflicto y atender a este hombre necesitado.

martes, 17 de enero de 2017

Evangelio     Mc 2, 23-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le dijeron: “¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”. Él les respondió: “¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?”. Y agregó: “El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús no rompe las leyes como si fuera un mero contestatario, buscando apoyos populares o con poder para captar a los inconformes. Su opción por la necesidad humana es el motivo por el cual entra en conflicto con la Ley.

lunes, 16 de enero de 2017

Evangelio     Mc 2, 18-22

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?”. Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!”.
Palabra del Señor.

Comentario

“El mundo del ayuno (fariseos, Juan Bautista) es mundo viejo: paño gastado donde ya no pueden ponerse remiendos, odre carcomido que no tiene resistencia para vinos fuertes. ¡Vino nuevo y paño nuevo: eso es el proyecto de Jesús, es el camino que ha ofrecido a publicanos y pecadores, para comer juntos y vivir desde ahora en actitud gozosa de apertura al reino! (Xavier Picasa, Para vivir el Evangelio. Lectura de Marcos, Ed. Verbo Divino).

viernes, 13 de enero de 2017

Evangelio     Mc 2, 1-12

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús volvió a Cafarnaún y se difundió la noticia de que estaba en la casa. Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la puerta, y él les anunciaba la Palabra. Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres. Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados”. Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior: “¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?”. Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: “¿Qué están pensando? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’, o ‘Levántate, toma tu camilla y camina’? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados”, dijo al paralítico: “Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Él se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: “Nunca hemos visto nada igual”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Si la fe no tiene una dimensión de atrevimiento y de osadía capaz de llegar ‘hasta donde él esté’, todavía le falta crecer. ¡Tiene que animarse a abrir techos! La verdadera fe supera obstáculos, se juega, va más allá del riesgo, es creativa, confía pero, sobre todo, es tenaz hasta alcanzar la meta. La fe de los camilleros quizás era incipiente, como la de la gente que sólo va buscando al taumaturgo que los sane. No obstante, Jesús no sólo aprobó su ocurrencia atrevida, sino que terminó superando sus expectativas” (subsidio para el Año de la fe, Depto. de Pastoral Bíblica).

jueves, 12 de enero de 2017

Evangelio     Mc 1, 40-45

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Se acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: “Si quieres, puedes purificarme”. Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. En seguida la lepra desapareció y quedó purificado. Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: “No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio”. Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús sabe que el entusiasmo que despierta puede mover a una concepción errónea de su persona como Mesías. Algunos podrían pensar que se trata de un mesías triunfante y avasallador. Por eso, aunque parezca extraño, manda a guardar silencio y conservar este “secreto mesiánico”. La obra del Reino irá creciendo lentamente desde lo pequeño. Quienes son testigos del Reino de Dios manifestado en Jesús tendrán que ir haciendo el discernimiento sobre lo que realmente significa su mesianismo.

miércoles, 11 de enero de 2017

Evangelio     Mc 1, 29-39

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato. Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados, y la ciudad entera se reunió delante de la puerta. Jesús sanó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él. Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando. Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les respondió: “Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido”. Y fue por toda la Galilea, predicando en las sinagogas de ellos y expulsando demonios.
Palabra del Señor.

Comentario


Los comienzos del ministerio público de Jesús son auspiciosos: convoca a discípulos y discípulas, se producen sanaciones y se agolpan las multitudes, lo que lleva a sus seguidores a decirle: “Todos te buscan”. Los estudiosos de las Escrituras han llamado a estos comienzos “la primavera de Galilea”: son los incipientes brotes del Reino de Dios que ya despunta.

martes, 10 de enero de 2017

Evangelio     Mc 1, 21-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús entró en Cafarnaúm, y cuando llegó el sábado, fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas. Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar: “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”. Pero Jesús lo increpó, diciendo: “Cállate y sal de este hombre”. El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un alarido, salió de ese hombre. Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: “¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y éstos le obedecen!”. Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús despliega su poder, que es servicio por los más necesitados. El poseído es figura de todos aquellos que sufren opresión bajo las fuerzas del mal y del pecado. Si el Reino de Dios viene, toda forma de opresión será desterrada. Así se manifiesta el Reino de Dios, en liberación y vida nueva.

lunes, 9 de enero de 2017

Evangelio     Mc 1, 14-20

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Después que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron. Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.
Palabra del Señor.

Comentario


El Reino de Dios llega. ¿Cómo prepara Jesús este gran acontecimiento? Entre toda la actividad que despliega -curaciones, exorcismos, predicación- también se dedica a reunir seguidores. Estos hombres y mujeres comenzarán la experiencia de vivir con los criterios del Reino de Dios.

domingo, 8 de enero de 2017

Evangelio     Mt 3, 13-17

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él. Juan se resistía, diciéndole: “Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!”. Pero Jesús le respondió: “Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo”. Y Juan se lo permitió. Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento, se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. Y se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”.
Palabra del Señor.

Comentario


El bautismo de Juan era un signo de conversión del corazón. Al bautizarse, Jesús confirma el valor que este bautismo tenía como signo de la inminencia de la llegada del Reino de Dios. Bautizar es señalar un nuevo comienzo, para todo el pueblo y también para Jesús. Porque con este signo Jesús dará comienzo a su ministerio público. De ahí en adelante, sus acciones y su predicación mostrarán al mundo que él es el Hijo de Dios y que está ungido por el Espíritu Santo.

sábado, 7 de enero de 2017

Evangelio     Mt 4, 12-17. 23-25

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Cuando Jesús se enteró de que Juan Bautista había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: “¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz”. A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”. Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los sanaba. Lo seguían grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.
Palabra del Señor.

Comentario


“Cuando Jesús supo que Juan estaba preso, volvió para Galilea y retomó el mismo mensaje de Juan: ‘Arrepiéntanse porque el Reino de Dios está cerca’. En otras palabras, desde el inicio, la predicación del Evangelio trae riesgos; pero igual Jesús no se vuelve atrás. De este modo, el evangelista anima a las comunidades que estaban asumiendo los mismos riesgos de persecución, y cita el texto tan bonito de Isaías. ‘El pueblo que estaba en tinieblas vio una gran luz’. Como Jesús, las comunidades son llamadas a ser ‘luz de los pueblos’” (Carlos Mesters, Colección Travesía, Ed. Centro Bíblico Ecuménico).

viernes, 6 de enero de 2017

Evangelio     Mt 2, 1-12

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”. Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. “En Belén de Judea –le respondieron–, porque así está escrito por el Profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel’”. Herodes mandó llamar secretamente a los magos y, después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje”. Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría y, al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor.

Comentario


“El centro de este relato es Jesús que nos convoca a un encuentro. Los magos simbolizan a los pueblos paganos que se abren al encuentro con Jesús y acercan su homenaje al Mesías. Por eso, en ellos está representado cada creyente, de todos los pueblos de la tierra, que conoció a Jesús y abrió su vida a esa luz salvadora. Cuando el Evangelio dice que los magos ‘se llenaron de inmenso gozo’, nos invita a vivir con alegría los signos del amor de Dios que aparecen en nuestra vida, y a celebrar con gozo nuestro propio encuentro con Jesús” (Víctor M. Fernández, El Evangelio del Domingo, Ed. San Pablo).

jueves, 5 de enero de 2017

Evangelio     Jn 1, 43-51

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: “Sígueme”. Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a Aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José”. Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”. “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. Jesús continuó: “Porque te dije: “Te vi debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más grandes todavía”. Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.

Comentario


Continúan los encuentros: Jesús encuentra a Felipe y Felipe encuentra a Natanael. Y se encuentran con Jesús y así llegan a ver quién es él. Es por este encuentro que llegarán a reconocer quién es Jesús: el hijo de José, el de Nazareth, el que anunciaron la Ley y los Profetas, el Hijo de Dios, el rey de Israel, el Hijo del Hombre... y continuemos nosotros la lista con los “títulos” con los que nuestro corazón nombra a Jesús.

miércoles, 4 de enero de 2017

Evangelio     Jn 1, 35-42

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: “Este es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué quieren?”. Ellos le respondieron: “Rabbí –que traducido significa Maestro– ¿dónde vives?”. “Vengan y lo verán”, les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”, que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas”, que traducido significa Pedro.
Palabra del Señor.

Comentario


“Vemos una situación de encuentro humano: Juan con dos discípulos suyos. Estos se encuentran luego con Jesús. Uno de ellos, Andrés, se encuentra con su hermano Simón y le atestigua ‘hemos encontrado al Mesías’. Seguirán luego más encuentros, con Felipe y con Natanael. Este ‘encontrar’ oscila entre lo físico y lo espiritual, enfatizando lo espiritual, con el sentido de reconocer al Mesías. Tal ‘encuentro’ sólo es posible en un plano superior” (Severino Croatto, Hermenéutica Bíblica, Ed. Lumen).

martes, 3 de enero de 2017

Evangelio     Jn 1, 29-34

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Juan Bautista vio acercarse a Jesús y dijo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel”. Y Juan dio este testimonio: “He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ése es el que bautiza en el Espíritu Santo”. Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios”.
Palabra del Señor.

Comentario


Dos veces dice Juan “yo no lo conocía”. Y entonces testimonia que es el Espíritu Santo el que le ha hecho conocer quién es Jesús. Sería bueno que también cada uno de nosotros ahondemos en este tipo de conocimiento, que no se agota en poder enunciar quién es Jesús sino que nos plantea algo mucho más profundo: quién es Jesús para mí.

lunes, 2 de enero de 2017

Evangelio     Jn 1, 19-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: “¿Quién eres tú?”, él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: “Yo no soy el Mesías”. “¿Quién eres, entonces?”, le preguntaron. “¿Eres Elías?”. Juan dijo: “No”. “¿Eres el Profeta?”. “Tampoco”, respondió. Ellos insistieron: “¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?”. Y él les dijo: “Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías”. Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: “¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?”. Juan respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia”. Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor.

Comentario


Sacerdotes, levitas y fariseos, es decir, los grupos religiosos más influyentes -sacerdotes y laicos- están intrigados por saber quién es Juan y cuál es el sentido de lo que está haciendo. Y Juan contesta abiertamente: no se atribuye títulos que no le corresponden ni oculta el verdadero significado del bautismo que administra. Pero eso Juan es un testigo cabal, que testimonia con la verdad.