Lectura 2Cor 9, 6-11
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Sepan que el que siembra mezquinamente tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. Como dice la Escritura: “El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente”. El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia. Así, serán colmados de riquezas y podrán dar con toda generosidad; y esa generosidad, por intermedio nuestro, se transformará en acciones de gracias a Dios.
Palabra de Dios.
Comentario
La carta expone otro fundamento para la generosidad cristiana: la confianza en la Providencia. Nuestro Padre celestial, que da vida a todas las cosas, “proveerá y multiplicará”. Quien confía en que Dios atiende nuestras necesidades, no tiene temor de compartir.
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