Is 7, 10-14
El Señor habló a Ajaz en estos términos: “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas”. Pero Ajaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel”.
Palabra de Dios.
Comentario
Todo rey quiere asegurar su dinastía. Estas palabras del profeta sobrepasaron lo que el rey Ajaz podía esperar. La señal está en el niño que nacerá y en su nombre: Emanuel, “Dios con nosotros”. Una presencia de Dios que no quedó limitada a aquel rey y aquella coyuntura, sino que irrumpió en la historia humana con la fuerza de la encarnación del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario