Juan 4; 48 –
54
JESÚS salió
de Samaria y se fue a Galilea. Había dicho que ningún profeta es aclamado en su
tierra. Cuando llegó, los Galileos lo recibieron bien, porque habían vito todo
lo que hizo en Jerusalén durante la fiesta, pues ellos también habían estado
allí. Había un funcionario y su hijo estaba muriendo, oyó que JESÚS iría por allí
y fue a pedirle que cure a su hijo, JESÚS le dijo: “Si no ven ustedes signos y
prodigios, no creen”. El funcionario insistió: SEÑOR, ven antes que mi
muchachito muera. JESÚS le contesto: “Vete, tú hijo ya está sano”. Aquel hombre
creyó en la palabra de JESÚS y se puso en camino de regreso a su ciudad. Cuando
por el camino encontró a sus sirvientes que le venía a decir que su hijo estaba
sano. El funcionario les preguntó a que
horas comenzó a mejorar el niño, le contestaron: Ayer a la una de la tarde, a
la misma hora que JESÚS le había ducho: “Tu
hijo esta sano”. Y creyó con todos los de su casa. Este fue el segundo signo
que hizo JESÚS al volver de Judea a Galilea.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario