Juan 21; 1 – 19

Estaban los Discípulos en el lago Tiberíades, era de noche y Pedro dijo: Voy a pescar; los demás le dijeron: También vamos. Y salieron a pescar.

Estaba amaneciendo, cuando JESÚS apareció en la orilla y les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos respondieron: No, ellos no reconocieron al SEÑOR. Entonces JESÚS les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces” Así lo hicieron, y la red casi reventaba de tantos peces.

Entonces Juan, dijo: Es el SEÑOR, Pedro, se arrojo al agua, y fue nadando hasta donde estaba JESÚS, los otros arrastraron la red hasta la orilla. Eran ciento cincuenta y tres pescados. Llegados a la orilla, JESÚS los esperaba con fuego, un pescado asándose y pan. JESÚS les dijo: “Vengan a almorzar”, y les repartió el pan y el pescado. Era la tercera vez que se les aparecía a los Discípulos después de su resurrección.

Después de almorzar, pregunto a Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿Me amas, mas que estos?” él le respondió: “Si SEÑOR, tu sabes que te quiero”, JESÚS le dijo: “Apacienta mis ovejas”. Por tercera vez le pregunto JESÚS a Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿Me quieres?”, Pedro, apenado, le contesto: SEÑOR, tú lo sabes todo, tú bien sabes que te quiero. JESÚS le dijo: “Apacienta mis ovejas, YO te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e iban donde querías; pero cuando seas viejo, pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá la ropa y te llevara donde no quieras”. Esto le dijo para para indicarle con que género de muerte habría de glorificar a DIOS. Después le dijo: “Sígueme”

Palabra de DIOS, gloria a ti SEÑOR JESÚS.