Un día estando JESUS en Galilea con los apóstoles, les dijo: “El hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, que le darán muerte. Pero resucitará al tercer día” Los apóstoles se pusieron muy tristes.
Varias veces JESUS anunció su muerte, pero jamás la presento como una accidente que podría contrarrestar sus proyectos. No piensa en ella en un momento de desánimo. Tampoco se puede hablar de resignación. Desde el comienzo el la ha aceptado, mas todavía la ha deseado como el medio de dar gloria a su padre y de reconciliar a los hombres, JESUS habla de El en tercera persona, como si viera a su vida desde afuera, esa es la voluntad del PADRE y El no se toma en cuenta a si mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario