sábado, 26 de mayo de 2012


Salmo 74
Yo estaba embrutecido y no entendía, era como una bestia ante tus ojos.
Pero siempre a tu lado yo estaré, de la mano derecha me tomaste. Con tu consejo Tu me iras guindo hasta llevarme a la gloria contigo.
Fuera de ti, ¿Qué hay para mi en los cielos? Solo a Ti, y nada mas, quiero en la tierra. mi ser, mi corazón. Se derriten por ti, roca adorada, mi DIOS y mi tesoro para siempre.
Cómo se pierden los que de ti se alejan, tu angustias a los que te traicionan.
Yo, en cambio, soy feliz junto a mi DIOS, he puesto en el SEÑOR mis esperanzas para contar todas sus maravillas junto a la puerta de Jerusalén.

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