María visita a su prima
Isabel (Lucas 1: 39 – 47)
Por entonces
María tomó su decisión y se fue, sin mas demora, a una ciudad ubicada en los
cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a su prima Isabel. Al oír
su saludo el niño dio saltos en su vientre, Isabel se lleno del Espíritu Santo y
exclamó en alta vos: ¡Vendita tu eres entere las mujeres y bendito el fruto de
tu vientre! ¿cómo he merecido yo que venga a mi la madre de mi SEÑOR? Apenas llegó
a mis oídos tu saludo, el niño salto de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tu
por haber creído que se cumplirían las promesas del SEÑOR!
María dijo
entonces: Proclama mi alma la grandeza del SEÑOR, y mi espíritu se alegra en
DIOS mi salvador.
Comentario
A pesar
de que en este día muchos hermanos y hermanas visitan a María en Itatí, en
realidad es María quien llega a ellos y a todos nosotros. Ir a la casa de María
es dejar que ella entre en nosotros, es hacer que nuestro corazón sea su casa.
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