viernes, 1 de mayo de 2015

Mateo 13; 54 – 58

Un día se fue a su pueblo y enseño a su gene de la Sinagoga. Todos quedaban maravillados y se preguntaban: ¿De dónde le viene esa sabiduría? ¿Y de dónde esos milagros? ¿No es ése el hijo el carpintero? ¡pero si su madre es María, y sus hermanos son Santiago, y José, Y Simón, y Judas! Sus hermanas también están todas entre nosotros, ¿no es cierto? ¿De dónde, entonces, le viene todo eso? Ellos se escandalizaban y no lo reconocían.
Palabra del Señor.

Comentario


En un pueblo pequeño como Nazaret, el oficio del varón funcionaba al modo del apellido para identificar a la familia. Así, Jesús es “el hijo del carpintero”. Un vecino más. Esta vecindad se convirtió en un obstáculo para que los aldeanos pudieran percibir el poder de Dios que obraba en Jesús. No pudieron comprender que el Reino de Dios está escondido en lo sencillo, familiar y pequeño que tenemos cerca.

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