Mateo 18; 21 – 38
Se acercó Pedro y dijo a Jesús: “Señor, ¿cuántas
veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete
veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta
veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso
arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a
uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera
vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.
El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: ‘Dame un plazo y te pagaré todo’.
El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este
servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y,
tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’. El otro
se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda’. Pero
él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron
a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me
suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu
compañero, como yo me compadecí de ti?”. E indignado, el rey lo entregó en
manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también
mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”.
Palabra del Señor.
Comentario
Pedro busca entender la enseñanza sobre el perdón.
Pregunta sobre cuánto debería perdonar, arriesga una cifra simbólica, como
preguntando: “¿muchas veces?”. Jesús supera el cálculo, porque “setenta veces
siete” implica un sinnúmero de veces. En otras palabras sería, cada vez que tu
hermano arrepentido, se te acerque y te pida perdón, perdónalo siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario