sábado, 21 de julio de 2018

Evangelio     Mt 12, 14-21


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Los fariseos se confabularon para buscar la forma de acabar con Jesús. Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Grandes multitudes lo siguieron, y los sanó a todos. Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: “Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús cumple las palabras del profeta Isaías: él es el siervo de Dios. Pero su servicio será hacia los dolientes, los enfermos y los agobiados por la vida. El siervo de Dios deviene así en siervo de los que sufren.

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