Lucas 5; 33 –
89
Los Fariseos
y escribas preguntaron a JESÚS: ¿porque los Discípulos de Juan ayunan con
frecuencia y hacen oración, igual que
los discípulos de los Fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?
JESÚS les
contestó: “¿Acaso ustedes pueden obligar a los invitados a una boda que ayunen,
mientras el esposo esta con ellos? Vendrá el día en que le quiten al esposo, y entonces
ayunarán”. Les dijo también una parábola: “nadie rompe un vestido nuevo para
remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le
queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el
vino nuevo revientas los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan
a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan el
vino y los odres. Y nadie acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo, pues
dice: el añejo es mejor”.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
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