Lucas 1; 45 –
56
En aquel
tiempo dijo María:
Mi alma
Glorifica al SEÑOR, y mi espíritu se llena jubilo en DIOS, mi salvador,
Porque puso
sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora
me llamarán dichosa todas las generaciones,
Porque ha
hecho en grandes cosas el que todo lo puede.
Santo es su
nombre,
Y su
misericordia llega de generación en generación a los que le temen.
Ha hecho
sentir el poder de su brazo, disperso a los de corazón altanero,
Destrono a
los potentados, y exalto a los humildes.
A los hambrientos
los colmo de bienes, y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de
su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo,
Como lo había
prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia,
Para siempre.
María
permaneció con Isabel unos tres meses y luego regreso a su casa.
Palabra de
DIOS, gloria a ti SEÑOR JESÚS.
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