domingo, 27 de febrero de 2022


 

Lucas 6; 39 – 45

JESÚS les dijo una parábola: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿no caerán ambos en un pozo? Ningún discípulo es superior al maestro, pero cuando este completamente entrenado será como su maestro.

¿Por qué notas la astilla en el ojo de tu hermano, pero no percibes la viga en tu ojo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame quitarte la astilla que tiene en tu ojo. Cuando no te das cuenta de la viga de madera que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita! Quita primero la viga de tu ojo, entonces podrás ver bien la paja en el ojo de tu hermano.

Un árbol no da frutos podridos, no un árbol podrido da frutos buenos. Porque cada árbol se conoce por sus frutos, la gente no recoger higos de los espinos, ni recoge uvas de las zarzas. Una persona buena, del deposito de bondad de su corazón produce el bien; pero una persona mala, del deposito de maldad que produce el mal; porque de la plenitud del corazón habla la boca”.

Palabra de DIOS, gloria a ti SEÑOR JESÚS.

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