Lucas 24; 13
– 35
El mismo día
de la resurrección de JESÚS, iban dos discípulos a Emaús, un pueblo a doce kilómetros
de Jerusalén.
Iban comentando
lo sucedido y muy apenados. En eso se les aparece JESÚS, y les pregunta que
sucedido. Ellos no lo reconocieron y sorprendidos porque todos habían visto y
sabían lo que había sucedido, le contaron todo.
Luego de
caminar un rato con ellos JESÚS les comenta que seguiría viaje, a lo que los
discípulos le dicen que no vaya que es muy tarde, que mejor se quede a cenar
con ellos.
Estando en
la mesa de la cena, JESÚS tomo el pan, los bendijo y se los dio, en ese momento
se le abrieron los ojos y reconocieron a JESÚS. Pero JESÚS desapareció. Y se comentaron
entre ellos: ¡con razón el corazón nos ardía¡ mientras nos hablaba por el
camino y nos explicaba las escrituras.
Se levantaron
inmediatamente y regresaron corriendo a Jerusalén a comentarles a los demás
Discípulos lo que acababa de suceder. Y dijeron: De verás ha resucitado el
SEÑOR y como lo había reconocido al partir el pan.
Palabra del DIOS,
gloria a ti SEÑOR JESÚS
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