Siracides 14
Antes de morir, haz el bien a tu amigo y de acuerdo a tus
necesidades se generoso.
Goza los días felices y no desprecies un placer legítimo
cuando te toca.
¿No dejaras a otro el fruto de tus labores? Los frutos de
tus fatigas, ¿no serán repartidos a la suerte?
Da y recibe, y da contento a tu alma, porque no hay que
buscar el placer en el sepulcro.
Toda carne envejece como vestido. Esta es la ley eterna: ¡Tu
morirás!
Como hojas verdes en un árbol frondoso; caen unas y brotan
otras; así las generaciones de carne y sangre; una muere y otra nace. Toda obra
corruptible desaparece y su autor se va con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario