sábado, 16 de febrero de 2013


Sirácides 15

Ella lo pondrá encima de sus familiares y hará que tome la palabra en medio de la asamblea. Será suya la felicidad, y se vera coronado de alegría. La suerte que le toca es un nombre eterno.
Los insensatos no la conseguirán jamás, ni la verán los pecadores. Esta lejos de la soberbia y los mentirosos no sabrán de ella.
No corresponde a los pecadores alabar, puesto que su alabanza no viene del SEÑOR.
La alabanza corresponde al sabio y el SEÑOR es quien la inspira.

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