Romanos 8
Sabemos que toda la creación sigue con sus
gemidos y dolores de parto. Lo mismo nosotros, aunque se nos dio el Espíritu como
un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos interiormente, anhelando el día
en que DIOS nos adopte, con nuestro cuerpo inclusive. Perseverar en la
esperanza es lo que nos salva. Pero ver lo que se espera ya no es esperar: ¿Cómo
se podrá esperar lo que se ve? Pues bien, esperar cosas que no vemos, significa
tanto constancia como esperanza.
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