Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “El que recibe mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él”. Judas –no el Iscariote– le dijo: “Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?”. Jesús le respondió: “El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho”.

Palabra del Señor.

Comentario: Con un lenguaje en el que las palabras parecen enredarse y pedirnos gran atención para encontrar un hilo conductor, el Evangelio nos habla de una corriente de amor entre el Padre, Jesús y nosotros. Se trata de un amor que compromete, que genera un espacio (morada) del Padre en nosotros y que, a la vez, nos lleva a la morada del Padre. En otras palabras, parece que Juan estuviera hablando de la alianza concretada en Cristo.