sábado, 10 de mayo de 2014

¿Quieren marcharse también ustedes? (Juan 6; 60 – 69)

Al escucharlo, cierto número de Discípulos de JESUS dijeron: ¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién querrá escucharlo?
JESUS se dio cuenta de que sus Discípulos criticaban su discurso y les dijo: “¿Les desconcierta lo que he dicho? ¿Qué será, entonces, cuando vean subir al Hijo del hombre al lugar donde estaba antes? El Espíritu es el que a vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son Espíritu y vida. Pero hay algunos entre ustedes que no creen.”
Porque JESUS sabía desde el principio quienes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. Y agregó: “Como He dicho antes, nadie puede venir a MI si no se lo concede el PADRE”
A partir desde entonces muchos de sus Discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle, JESUS preguntó a los doce: “¿Quieren marcharse también ustedes?” Pedro le contesto: SEÑOR, ¿a quien iríamos? Tu tienes palabras de vida eterna, nosotros creemos que eres el Santo de DIOS

Comentario

Muchas veces nos ocurre como a los discípulos: Quedamos extrañados y perplejos frente a hechos de nuestra vida donde se hace difícil descubrir las señales de Dios. Y sin embargo, queremos seguir unidos a Jesús, aún en nuestras dudas y nuestros malentendidos. Como Pedro, le decimos confiados: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios”.


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