viernes, 5 de septiembre de 2014

Lucas 5; 33 – 39

Algunos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan a menudo y rezan sus oraciones, lo mismo hacen los discípulos de los Fariseos, mientras que los tuyos comen y beben. JESUS les respondió: “Ustedes no pueden obligar a los compañeros del novio a que ayunen mientras el novio esta con ellos. Llegará el momento en que el novio les será quitado, y entonces ayunarán.”
JESUS les propuso además esta comparación: “Nadie saca un pedazo de vestido nuevo para remendar uno viejo, ¿Quién va a romper algo nuevo, para que después el pedazo tomado del nuevo no le venga bien al vestido viejo? Nadie echa tampoco vino nuevo en envases de cuero viejos; si lo hace, el vino nuevo hará reventar los envases. Pongan el vino nuevo en envases nuevos. Y miren: El que este acostumbrado al añejo no querrá vino nuevo, sino que dirá: El añejo es el bueno”
Palabra del Señor.

Comentario

Con sus palabras y sus acciones, Jesús está haciendo presente el Reino de Dios. Esta es la gran novedad que inunda la tierra. De nada valen entonces los viejos modos de relación con Dios ni las fórmulas ya sabidas del culto. Ahora es tiempo de recibir esta novedad sin preconceptos, y participar de ella con la misma alegría que en una fiesta de familia.


 

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