Lucas 6; 37 – 42
“No juzguen
y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán
perdonados. Den, y se les dará; se les echara en su delantal una medida
colmada, apretada y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan serán medidos
ustedes.”
JESUS les
puso también esta comparación: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego? Ciertamente
caerán ambos en un hoyo. El discípulo no esta por encima de su maestro, pero si
se deja formar, se parecerá al maestro.
¿Y porque te
fijas en la pelusa que tiene tu hermano en el ojo, si no eres consciente de la
viga que tienes en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja que
te saque la pelusa que tienes en el ojo, si tu no ves la viga que tuenes en el
tuyo? Hipócrita, saca la viga de tu propio ojo para que veas con claridad, y
entonces sacarás la pelusa en el ojo de tu hermano.”
Palabra
del Señor.
Comentario
¿De
quién vendrá la recompensa? ¿Quién nos dará esta medida rebosante? No la
esperemos de los hombres, porque no siempre los seres humanos devolvemos el
amor que se nos da. Sólo Dios podrá colmar nuestro corazón, y en la medida en
que amemos experimentaremos cada vez más su amor en nuestra existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario