lunes, 19 de enero de 2015

El vino nuevo en cueros nuevos (Marcos 2; 18 – 22)

Un día estaban ayunando los discípulos de Juan el Bautista y los Fariseos. Algunas personas vinieron a preguntar a JESUS: Los discípulos de Juan y los Fariseos ayunan; ¿Por qué no lo hacen los tuyos? JESUS les contesto: “¿Quieren ustedes que los compañeros del novio ayunen mientras el novio esta con ellos? Mientras tengan al novio con ellos, claro que no pueden ayunar. Pero llegará el momento en que se les arrebatara el novio, y entonces ayunarán.
Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de género nuevo, porque la tela nueva encoge, tira de la tela vieja, y se hace más grande la rotura. Y nadie echa vino nuevo en envases de cuero viejo, porque el vino haría reventar los envases y se echarían a perder el vino y los envases. ¡A vino nuevo, envases nuevos!”
 Palabra del Señor.

Comentario

Jesús se llama a sí mismo “el novio” para asumir la tradición de Israel que esperaba que al fin de los tiempos se estableciera la unión definitiva entre Dios y su pueblo. Han llegado las bodas mesiánicas, por lo tanto, es tiempo de festejo y no de ayuno.
 

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