sábado, 28 de noviembre de 2015

Lucas 21; 34 – 36

“Cuiden de ustedes mismos, no sea que la vida depravada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de lo que deba suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre.”
Palabra del Señor.

Comentario


Estar despierto nos invita a la vigilancia, a la atención, a una actitud de alerta. El cristiano mira atentamente lo que pasa y lo que le sucede a él mismo. No deja pasar las cosas, sino que, al observarlas, las evalúa. Cuando dejamos de estar atentos y vigilantes, quedamos a merced del engaño o de la oscuridad.
 

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