miércoles, 3 de febrero de 2016

Marcos 6; 1 – 6

Al irse JESUS de allí, volvió a su tierra, y sus Discípulos se fueron con El. Cuando llego el sábado, se puso a enseñar en la Sinagoga y mucha gente se puso a escuchaba con estupor. Se preguntaban: ¿De dónde viene todo esto? ¿Y que pensar de la sabiduría que ha recibido, con esos milagros que salen de sus manos? Pero no es mas que el carpintero, el hijo de María; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simón, ¿Y sus hermanos no están aquí entre nosotros? Se escandalizaban y no lo reconocían.
JESUS les dijo: “Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre sus parientes y en su propia familia”. Y no pudo hacer ningún milagro. Tan solo sano a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos.  JESUS se admiraba de como se negaban a creer.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús no muestra una sabiduría humana. Su unión con Dios y su manera de ver la realidad lo hacen sabio. Por que para conocer la profundidad de la vida es fundamental ser contemplativos.


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