Juan 20; 19 –
38
En le día de
la resurrección estaban los apóstoles con las puertas cerradas por temor a los
Judíos. Se les presento JESÚS y les dijo: “La paz este con ustedes” dicho esto
les mostro las manos y el costado. Al verlo los Discípulos se llenaron de
alegría. JESÚS les dijo de nuevo: “La paz este con ustedes, como el PADRE me envió,
así también los envío YO”. Después de decir esto, soplo sobre ellos, y les dijo:
“Reciban al Espíritu Santo. A los que ustedes les perdonen lo pecados, les
serán perdonados. Y a los que se los retengan, quedaran sin perdonar”.
Tomás, uno
de los doce, no estaba con ellos cuando los visito JESÚS, le contaron que
vieron JESUS, y les respondió: Si nos
veo los agujeros de los clavos, y meto mis dedos en los agujeros de sus manos,
y su costado no creeré. Ocho días después, JESÚS volvió a aparecérseles, y esta
vez estaba Mateo con ellos, y JESÚS le dijo: “La paz este con ustedes”. Luego dijo
a Tomás: “Aquí están mis manos, acerca tu dedo. Trae tu mano y métela en mi
costado; no sigas dudando y cree”. Tomas respondió: SEÑOR mí y DIOS mío. JESÚS
añadió: “Tú crees porque me has visto, dichosos los que creen sin haber visto”.
JES´´US hizo muchas otras señales milagrosas delante de los Discípulos, pero no
están escritas en este libro. Se escribieron para que ustedes crean que JESÚS
es el Hijo de DIOS, y tengan vida eterna en su nombre.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
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