Lucas 24; 13
– 35
El día de la
resurrección de JESÚS iban dos Discípulos a la ciudad de Emaús, hablando sobre
todo lo sucedido, JESÚS se apareció y comenzó a caminar con ellos, pero estaban
velados y no lo reconocieron, JESÚS les pregunto: ”De que cosas vienen
hablando, tan llenos de tristeza”. Los Discípulos le contaron todo lo sucedido.
Entonces JESÚS les dijo: “¡Que insensatos son ustedes y que duros de corazón
para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el
Mesías padeciera todo eso y así entrara en su Gloria? Comenzando por Moisés y
seguido por todos los profetas”. Les explicó todos los pasajes de las
escrituras a los que se referían a ÉL. Cerca del pueblo a donde iban ellos,
JESÚS les dijo que ÉL iba mas lejos, pero ellos insistieron, diciendo: Quédate
con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer. Cuando estaba por
cenar, tomo el pan, dio gracias, pronuncio la bendición, partió el pan y se los
dio. Entones se le abrieron los ojos y lo reconocieron, pero ÉL desapareció. Ellos
se decían uno a otros: Con razón el corazón ardía, mientras nos hablaba por el
camino y nos explicaba las escrituras. Inmediatamente regresaron a Jerusalén a
contra todo lo sucedido. Diciendo: De verás que ha resucitado el SEÑOR.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
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