Proverbios
Huye de la compañía de los malos
Escucha, hijo mío, la
instrucción de tu padre, y no rechaces las advertencias de tu madre.
Ellas serán tu corona, y
las llevarás siempre como un collar precioso. Hijo mío, si los pecadores te
invitan con palabras bonitas, tu no le hagas caso. No faltaran quienes te
digan: Ven con nosotros; que preparamos un asalto y vamos a derramar sangre. Será
un placer dejarnos caer sobre inocentes, nos los tragaremos enteros, como quien
baja al lugar de los muertos.
Echaremos nao de tantas
cosas de valor, que nada faltará en nuestras casas durante largo tiempo. Entra
a nuestro grupo y hagamos bolsa común.
Hijo mío, no sigas sus
pasos, guárdate de andar por sus sendas, ¿no ves que sus pies corren hacia la
maldad y que tienen prisa por derramar sangre?
Mas en vano tienes la
red en vista de las aves. Las trampas que preparan los impíos se volverán en
contra de ellos y se perderán en sus propias maquinaciones.
Ahí para el cambio de
todo el que se entrega a la rapiña; la violencia mata a los que la cometen.
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