jueves, 23 de agosto de 2012


Proverbios 16

Son una abominación los reyes que hacen el mal, porque el poder se mantiene por la justicia.
Los labios justos consiguen el favor del rey, le agrada el que habla con rectitud.
El enojo del rey es mensajero de muerte, pero el hombre sabio lo calma.
En el rostro tranquilo del rey esta la vida, su benevolencia es como lluvia primaveral.
Mas vale adquirir la sabiduría que el oro, la inteligencia que la planta.
Apartarse del mal; ésta es la senda de los hombres rectos, el que cuida sus pasos guarda su vida.

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