Proverbios 18
El que se mantiene aislado sigue sus caprichos y se irrita
cuando lo corrigen.
Al tonto no le gusta reflexionar, sino contar lo que siente.
Viene el impío, viene el desprecio; y con la afrenta, la
vergüenza.
Aguas profundas son las palabras del hombre, torrente
desbordante, fuente de sabiduría.
No es bueno tener consideración con el malvado para
perjudicar al justo en su juicio.
Los labios del necio acarrean disputas, y su boca atrae los
golpes.
La boca del torpe es su ruina, y sus labios una trampa para
su vida.
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