Hechos 21
Cuídense ustedes y todo el rebaño, cuya cabeza los ha puesto el Espíritu Santo como
obispos para apacentar la Iglesia del SEÑOR, que El adquirió con su propia
sangre. Yo se que después de mi partida, se meterán entre ustedes lobos voraces
que no perdonarán al rebaño; y desde entre ustedes mismos surgirán hombres que
enseñaran doctrinas perversas, y arrastrarán a los discípulos tras si.
Por tanto estén atentos, y acuérdense que
durante tres años, noche y día, no he dejado de aconsejar, incluso entre lágrimas,
ahora los encomiendo a DIOS y a la palabra portadora de su gracia, la cual tiene eficacia
para darles crecimiento y conseguirles la herencia que compartirán con todos
los Santos.
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