lunes, 22 de abril de 2013


Hechos 21

Cuídense ustedes y todo el rebaño,  cuya cabeza los ha puesto el Espíritu Santo como obispos para apacentar la Iglesia del SEÑOR, que El adquirió con su propia sangre. Yo se que después de mi partida, se meterán entre ustedes lobos voraces que no perdonarán al rebaño; y desde entre ustedes mismos surgirán hombres que enseñaran doctrinas perversas, y arrastrarán a los discípulos tras si.
Por tanto estén atentos, y acuérdense que durante tres años, noche y día, no he dejado de aconsejar, incluso entre lágrimas, ahora los encomiendo a DIOS y a la palabra  portadora de su gracia, la cual tiene eficacia para darles crecimiento y conseguirles la herencia que compartirán con todos los Santos.


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