Sirácides 23
No te acostumbres al juramento, ni te
habitúes a pronunciar el nombre del santo. Porque, lo mismo que el servidor
vigilado constantemente no se librara de todos los golpes, así el que jura
constantemente no evitara el pecado.
El hombre que prodiga los juramentos se
llena de culpas y el castigo no se alejara de su casa. Pues si falta por
inadvertencia, el castigo se le vendrá encima; si falta a sabiendas de su
juramento, peca doblemente; y si ha jurado en falso, no tendrá disculpa sino
que su casa se llenara de desgracias.
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