viernes, 28 de febrero de 2014

Lo que DIOS unió, no lo separe el hombre (Marcos 10, 1 - 10)

JESUS dejó aquel lugar y se fue a los limites de Judea, al otro lado del Jordán. Otra vez las muchedumbres se congregaron a su alrededor, y de nuevo se puso a enseñarles, como hacia siempre. En eso llegaron unos (Fariseos que querían ponerlo a prueba) y le preguntaron: ¿Puede un marido despedir a su esposa? Les respondió: “¿Qué les ha ordenado Moisés?” Contestaron: Moisés ha permitido firmar un acta de separación y después divorciarse.
JESUS les dijo: “Moisés, al escribir esta ley, tomo en cuenta lo tercos que eran ustedes. Pero al principio de la creación DIOS los hizo hombre y mujer; por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y serán los dos una sola carne. De manera que ya no son dos sino uno solo. Pues bien, lo que DIOS ha unido, que el hombre no lo separe.”
Cuando ya estaban en casa, los Discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo y El les dijo: “El que se separa de su mujer y se casa con otra mujer, comete adulterio contra su esposa, y si la esposa abandona a su marido para casarse con otro hombre, también esta comete adulterio.”



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