Juan 17; 6ª – 11b -19
“Hablo de
los que me diste, tomándolos del mundo. Eran tuyos, Tu me los diste y han
guardado tu Palabra. Ahora reconocen que todo lo que me has dado viene de Ti. El
mensaje que recibí se los he entregado y a ellos lo han recibido y reconocen la verdad que Yo he
salido de Ti y creen que Tú me has enviado.
Yo ruego por
ellos. No ruego por el mundo, sino por los que son tuyos los que Tu me diste (pues
todo lo que es mío es tuyo y todo lo tuyo es mío); Yo ya he sido Glorificado a
través de ellos.
Yo ya no
estoy mas en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras Yo vuelvo a
Ti. PADRE Santo, guárdalos en ese Nombre tuyo que a Mi me diste, para que sean
como nosotros.
Por ellos
ofrezco el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad.”
Comentario
Esta
oración de Jesús parece ser la respuesta a lo meditado en la primera lectura.
¿Cómo lograr la unidad? ¿Qué debemos hacer para que todos seamos uno? Jesús ya
rezó por nosotros y por nuestras comunidades. Unidos a él, aún con las
tensiones propias de nuestra humanidad, también nosotros podemos llegar a vivir
en unidad.
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