viernes, 20 de junio de 2014

Mateo 6; 19 – 23

“No juntes tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. Junten sus tesoros y reservas en el cielo, donde no hay polillas ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar.
Pues donde esta tu tesoro, allí también estará tu corazón.
Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en la oscuridad. Y si tu fuente de luz se ha oscurecido, ¡cuidado mas tenebrosas serán tus tinieblas! ”

Comentario

Donde esté nuestro tesoro estará nuestro corazón… ¡y también nuestra cabeza y nuestras preocupaciones! Pensemos en aquello que es valioso, que constituye la riqueza de nuestra vida y que no se limita a los bienes materiales. Esa es la riqueza que tenemos que cuidar, los tesoros que se multiplican cuando se comparten.



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