jueves, 11 de junio de 2015

Mateo 10; 1 - 13

“A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos esta ahora cerca!” Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien impuros y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar.
No lleven oro, plata o monedas en el cinturón. Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuestos; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja se merece el alimento.
En todo pueblo o aldea en que entren, busquen alguna persona que valga, y quédense en su casa hasta que se vayan.
Al entrar en la casa, deséenle la paz. Si esta familia la merece, recibirá vuestra paz; y si no la merece, la bendición volverá a ustedes.
Palabra del Señor.

Comentario

El misionero debe tener en cuenta, en primer lugar, a los pobres. Ese es el signo de que verdaderamente el Reino de Dios llega a los destinatarios de la misión. Luego le sigue la predicación y el don de la paz. Pero sin el compromiso con los pobres, todo el resto puede confundirse con ideología, dogmatismo o, incluso, privilegios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario