Las
ambiciones que nos pierden (Santiago 4)
¿De dónde proceden esas guerras y esas
riñas entre ustedes? De aquí abajo, por supuesto; son el fruto de las
ambiciones, que hacen la guerra dentro de ustedes mismos. Ustedes quisieran
tener y no tienen, entonces matan; tienen envidia y no consiguen, entonces no
hay mas que discusiones y peleas.
Pero si ustedes no tienen es porque no piden,
o si piden algo, no lo consiguen porque piden mal; y no lo consiguen porque lo
derrocharía para divertirse.
¡Adúlteros¡ ¿no saben que la amistad con
este mundo es enemistad con DIOS? Quien desee ser amigo del mundo se hace
enemigo de DIOS. No sin razón dice la escritura: el Espíritu que ha hecho habitar
en nosotros y que nos da lo mejor es un Espíritu celoso. Y por eso añade: DIOS
resiste a los orgullosos, pero hace favores a los humildes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario