Pecados de
la lengua (Santiago 3)
Hermanos, no se hagan todos maestros; ya
saben que como maestros seremos juzgados con mas severidad, y todos tenemos
nuestras fallas.
El que no peca con palabras es un hombre
perfecto de verdad, pues es capaz de dominar toda su persona. Poniendo un freno
en la boca del caballo podemos dominarlo, y sometemos asi todo su cuerpo. Lo
mismo ocurre con los barcos; con un pequeño timón el piloto los maneja como
quiere, por grandes que sean, aun bajo fuertes vientos.
Así también la lengua es algo pequeño, pero
puede mucho; vean como una llama devora bosques. La lengua es un fuego y es
un mundo de maldad, rige nuestro
organismo y mancha toda nuestra persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario