Pecados de
la lengua (Santiago3)
Así también la lengua es algo pequeño, pero
puede mucho; vean como una llama devora bosques. La lengua es un fuego y es
un mundo de maldad, rige nuestro
organismo y mancha toda nuestra persona. El fuego del infierno se mete en ella
y lo transmite a toda nuestra vida.
Animales salvajes y pájaros, reptiles y
animales marinos de toda clase han sido y de hecho son dominados por la raza
humana. Pero nadie ha sido capaz de dominar la lengua. Es un azote que no se
puede detener, un derrame de veneno mortal. Con ella bendecimos a nuestro SEÑOR
y PADRE y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de DIOS. De la misma boca salen la bendición y
la maldición.
Hermanos, esto no puede ser así. ¿Es que
puede brotar de la misma fuente agua dulce y amarga? La higuera no puede producir
aceitunas ni la vid higos, y lo salobre de dará agua dulce.
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