viernes, 13 de diciembre de 2013

JESUS y Juan el bautista (Mateo 11, 16 – 19)

“¿Con quien puedo comparar a la gente de hoy? Son como niños sentados en la plaza, que se quejan unos de otros: Les tocamos la flauta y ustedes no han bailado; les cantamos canciones tristes y no han querido llorar.
Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y dijeron: Esta endemoniado. Luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe y dicen: Es un comilón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Con todo, se comprobará que la sabiduría de DIOS no se equivoca en sus obras.”

Comentario

Dios siempre nos da signos, que están dispuestos hasta que los aceptemos. Pero solo recibimos esos signos cuando antes nos abrimos a Dios. Porque, a pesar de que él se manifiesta con total evidencia, podemos no verlo a causa de que nuestro corazón está cerrado.


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