La casa
edificada sobre la roca (Mateo 7, 21- 24 al 27)
“No bastará con decirme: ¡SEÑOR, SEÑOR!,
para entrar en el Reino de los cielos; mas bien entrará el que hacer la
voluntad de mi PADRE del Cielo.
Si uno escucha estas palabra mías si las
pone en practica, dirán de él: aquí tienen un hombre sabio y prudente, que
edificó su casa sobre la roca. Cayo la lluvia, se desbordaron los ríos,
soplaron los vientos y se arrojaron sobre aquella casa, pero la casa no se
derrumbo, porque tenia los cimientos sobre la roca.
Pero dirán del que oye estas palabras, y no
las pone en practica; aquí tienen a un tonto que construyo su casa sobre arena.
Cayo la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron
sobre esa casa; la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.”
Comentario
Antes de
emprender una tarea, cualquiera que sea, debemos proyectarla y analizar todos
los riesgos. La vida cristiana no puede edificarse sobre experiencias
superficiales o entusiasmos, sino cavando para que los cimientos sean estables.
Y esa tarea se hace leyendo y viviendo la Palabra de Dios, lugar y camino para
encontrar la voluntad de Dios en nosotros.
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