martes, 5 de abril de 2016

Antífona de entrada          Apoc 19, 7. 6

Alegrémonos, regocijémonos y demos gloria a Dios, porque el Señor, nuestro Dios, el Todopoderoso, ha establecido su reino. Aleluya.

Juan 3; 7 – 15

“No te extrañes de que te haya dicho: necesitan nacer de nuevo desde arriba. El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.”
Nicodemo volvió a preguntarle: ¿Cómo puede ser eso? Respondió JESUS: “Tú eres maestro en Israel, y ¿no sabes estas cosas?
En verdad te digo: que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les hablo de cosas del Cielo? Sin embargo, nadie ha subido al cielo sino el que ha bajado del cielo, el Hijo del Hombre.
Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto; así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre y entonces todo el que crea en El tendrá por El vida eterna.”
Palabra del Señor.

Comentario

La celebración de la Pascua nos ha dado la ocasión de nacer de nuevo. Todo en nuestra vida se encamina hacia las cosas de arriba. El Espíritu Santo, que es viento, nos impulsa y nos eleva, y anticipa en nosotros la vida de Resucitados.

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