Proverbios 20
Un rey que se sienta en el tribunal, descubre el mal con
solo mirar.
¿Quién puede decir: Purifique mi corazón, estoy limpio de
pecado?
Peso y medida falsa, dos cosas que YABE aborrece por igual.
El joven se da a conocer por sus actos; basta ver si sus
acciones son rectas y puras.
El oído que oye, el ojo que ve, ambos lo hizo YABE.
No gustes dormir, te empobrecerás; mantén tus ojos abiertos
y tendrás tu ración de pan.
Malo, malo, dice el que compra, pero al irse se felicita.
Hay oro y abundancia de perlas, pero el adorno mas precioso
son los labios instruidos.
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