Proverbios 25
Con la paciencia se persuade al juez, la lengua blanda tiene
poder para quebrantar los huesos.
¿Hallaste miel?, como lo que te baste, no sea que, harto,
tengas que vomitarla.
Anda rara vez a casa del vecino, no sea que lo canses y te
aborrezca.
Una masa, una espada, una flecha puntiaguda: eso es el
hombre que levanta un falso testimonio contra su prójimo.
Diente quebrado, pie que resbala, así es la confianza puesta
en un impío el día de la desgracia.
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