Proverbios 23
Escucha a tu padre, al que te engendró, no desprecies a tu
madre cuando llegue a vieja.
Adquiere la verdad, no la vendas; adquiere sabiduría,
disciplina, inteligencia.
¡Como se siente feliz el padre de un hombre justo! ¡Como se
alegra el que ha dado la vida al sabio! Que tu padre y tu madre se regocijen y
que se alegre la que te dio a luz.
Hijo mío, préstame atención, que tus ojos se deleiten en mis
caminos. Debes saber que la prostituta es un abismo profundo, y la mujer
desconocida un pozo estrecho. Como un ladrón esta al asecho, y multiplica entre
los hombres los pecadores.
QUE SE ENTIENDA BIEN, LA CONDENA NO ES A LA PROSTITUTA NI A LA MUJER , SINO AL HOMBRE POR
ADULTERO.
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