viernes, 21 de septiembre de 2012


Proverbios 23

Escucha a tu padre, al que te engendró, no desprecies a tu madre cuando llegue a vieja.
Adquiere la verdad, no la vendas; adquiere sabiduría, disciplina, inteligencia.
¡Como se siente feliz el padre de un hombre justo! ¡Como se alegra el que ha dado la vida al sabio! Que tu padre y tu madre se regocijen y que se alegre la que te dio a luz.
Hijo mío, préstame atención, que tus ojos se deleiten en mis caminos. Debes saber que la prostituta es un abismo profundo, y la mujer desconocida un pozo estrecho. Como un ladrón esta al asecho, y multiplica entre los hombres los pecadores.
QUE SE ENTIENDA BIEN, LA CONDENA NO ES A LA PROSTITUTA NI A LA MUJER, SINO AL HOMBRE POR ADULTERO.

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