jueves, 20 de septiembre de 2012


Proverbios 23

Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi propio corazón se alegrará. Y me regocijare en todo mi ser cuando hables con criterio.
No envidies a los pecadores, sino que cada día temas a DIOS, pues habrá un porvenir y tu esperanza no será defraudada.
Escucha, hijo mío, hazte sabio, y tu corazón ira derecho en su camino.
No te cuentes con los que se emborrachan con vino y los que se llenan de carne, porque el bebedor y el glotón se empobrecen, y la flojera se vestirá de harapos.


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