Proverbios 23
Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi propio corazón se
alegrará. Y me regocijare en todo mi ser cuando hables con criterio.
No envidies a los pecadores, sino que cada día temas a DIOS,
pues habrá un porvenir y tu esperanza no será defraudada.
Escucha, hijo mío, hazte sabio, y tu corazón ira derecho en
su camino.
No te cuentes con los que se emborrachan con vino y los que
se llenan de carne, porque el bebedor y el glotón se empobrecen, y la flojera
se vestirá de harapos.
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