Proverbios 23
Si te sientas a la mesa de un grande, cuídate de lo que hay
en frente de ti; si sientes demasiado apetito, pones un cuchillo a tu garganta.
No codicies sus guisos delicados; es un alimento engañoso.
No te fatigues por tener riqueza, no pienses en ella: Si
fijas en ella los ojos, ya no existe. Porque sabe ponerse alas y, como el águila,
vuela al cielo.
No comas el pan del hombre malo, ni codicies sus delicados
manjares. Todo es apariencia, menos lo que medita en si mismo. Te dice: Come y
bebe, pero no es sincero; vomitarás el bocado apenas tragado y perderás tus
palabras aduladoras.
Versículo 9
No hables a oídos necios, no sabrán apreciar tus discursos.
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