Romanos 12
5-16ª
Así nosotros también formamos un solo
cuerpo en CRISTO. Dependemos unos de otros y tenemos carismas diferentes según
el Don que hemos recibido.
Si eres profeta, transmite el conocimiento
que se te da; si eres maestro, enseña; si eres predicador, se capaz de animar a
los demás; si te corresponde dar, da con la mano abierta; si eres dirigente,
actúa con dedicación; si ayudas a los que sufren, muéstrate sonriente.
La vida Cristiana: Que el amor sea sincero.
Aborrezcan el mal y procuren todo lo bueno.
Que entre ustedes el amor fraterno sea
verdadero cariño, y adelántense al otro en el respeto mutuo.
Sean diligentes y no flojos.
Sean fervorosos en el espíritu y sirvan al
SEÑOR.
Tengan esperanza y sean alegres.
Sean pacientes en las pruebas y oren sin
cesar.
Compartan con los hermanos necesitados y
sepan acoger a los que estén de paso.
Bendigan a quienes los persigan; bendigan y
no maldigan. Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran.
Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde, no
se tengan por sabios.
Comentario
En la diversidad de funciones y
actividades de la comunidad cristiana, es el amor el que anima. Reconocer el
propio don recibido y ponerlo al servicio, es el modo de mantener con vitalidad
este cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
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