viernes, 17 de octubre de 2014

No teman a los que matan el cuerpo (Lucas 12; 1 – 7)

Entre tanto se habían reunido miles y miles de personas, hasta el punto que se aplastaban unos a otros. Entonces JESUS se puso a decir especialmente para sus Discípulos: “Cuídense de la levadura de los Fariseos, que es la hipocresía.  Nada hay tan oculto que no haya de ser descubierto o tan escondido que no haya de ser conocido. Por el contrario, todo lo que hayan dicho en la oscuridad será ido a la luz del día, y lo que hayan dicho al oído en las habitaciones será proclamado desde las terrazas.
Yo les digo a ustedes, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada mas. Yo les voy a mostrar a quien deben temer; Teman a aquel que, después de quitarle a uno la vida, tiene el poder para echarlo al infierno. Créanme que es ese a quien deben temer. ¿No se venden cinco pajaritos por dos monedas? Pues bien, delante de DIOS ninguno de ellos ha sido olvidado. Incluso los cabellos de ustedes están contados. No teman, pues ustedes valen mas que un sin número de pajaritos.”
Palabra del Señor.

Comentario

La levadura afecta toda la masa para bien o para mal. La hipocresía de los fariseos puede contagiarse en una comunidad y llegar a corromperla absolutamente. Para no caer en ese mal, recordemos que somos criaturas en las manos de Dios. No nos dejemos engañar por falsedades ni por enseñanzas presentadas con soberbia. Dios conoce nuestra pequeñez y se complace en ser nuestro Padre.


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